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Rocas Igneas – 2º Parte


Ampliando lo dicho en el capítulo anterior definimos a los procesos magmáticos como el resultado de la actividad y evolución del magma.

Recordemos también que el magma es una masa silicatada fluida, de composición química múltiple, en la que coexisten los tres estados con predominio de la fase líquida sobre la sólida y la gaseosa, y que se encuentra sometido a grandes temperaturas y presiones.

La fase líquida es, básicamente, una solución integrada por aniones de Si, Al y O junto a cationes libres de Na, Ca, Mg, K, Fe.

La fase gaseosa, de gran importancia porque de ella depende la movilidad, está compuesta mayoritariamente por vapor de agua y distintas proporciones de CO2, HCL, HF, SO2.

Los compuestos minerales, que van cristalizando por enfriamiento, forman la fase sólida.

En algún momento de su evolución esta roca fundida, por efectos de presión y temperatura, comienza sus movimientos de ascenso.

Para ello aprovecha grietas o debilidades de los estratos que la suprayacen o directamente la chimenea de un volcán producido en una erupción anterior.

En su ascenso el magma pierde volátiles, integra distintas porciones de la roca que lo contiene y se eyecta, aprovechando fisuras o discontinuidades en la roca de caja, para formar yacimientos hidrotemales.

Todo esto hace que se enfríe paulatinamente y aumente la fase sólida en detrimento de la líquida y la gaseosa.

Finalmente estos procesos generan las distintas magmatitas o rocas ígneas.

En este punto es dable consignar que son varios los criterios usados para estudiar, y ulteriormente clasificar, las rocas ígneas.

Por ejemplo las dividimos en plutónicas, hipabisales y volcánicas de acuerdo con su génesis y el consecuente desarrollo de sus cristales.

Luego, si adoptamos un criterio químico se clasificarán de acuerdo a ciertos elementos tomados como base.

Un ejemplo clásico es el contenido de sílice y entonces hablamos de:

Rocas ácidas: más del 66 % de sílice.
Rocas intermedias: de 52 a 66 % de sílice.
Rocas básicas: de 45 a 52 % de sílice.
Rocas ultrabásicas: menos del 45 % de sílice.

Es de hacer notar que la acidez no tiene que ver con la presencia del ión hidrógeno ni tampoco que la sílice es siempre cuarzo.

Finalmente, y solo a modo de ejemplo, mostramos una de las tablas de clasificación mixta (química y mineralógica) ordenada según porcentajes de sílice y texturas mineralógicas.

CUADRO I: Clasificación general de las rocas eruptivas, Igneas o Magmáticas

 

Con feldespatos como principales minerales félsicos

Sin minerales félsicos

Tipos especiales

Feldespatos alcalinos solamente

Feldespatos alcalinos y plagioclasas subordinadas

Feldespatos alcalinos y plagioclasas en igual cantidad

Plagioclasas dominantes y feldespatos alcalinos aubordinados

Plagioclasa ácida solamente

Plagioclasa básica solamente

Nafititas

Rocas Filonianas (Graníticas)

Rocas sobresaturadas (Q. Superior al 5%)

Plutónicas

Granitos alcalinos

Granitos calco-

alcalinos

Adamelitas cuarcíferas

Granodioritas

Tonalitas

Garbos cuarcíferos

a) Peridotitas

b) Perkinitas

c) Menas magmáticas

Aplitas pegmatitas

Volcánicas

Riolitas alcalinas (obsidianas y pumicitas)

Riolitas Calco-

alcalinas

Lacitas cuarcíferas

Biodacitas

Dacitas

Basaltos cuarcíferos

Rocas saturadas (Q. Ausente o inferior al 5% sin faldespatoides)

Plutónicas

Sienitas Alcalinas

Sienitas Calco-

Alcalinas

Monzonitas

Monzono dioritas

Dioritas

Garros

Volcánicas

Traquitas alcalinas

Traquitas Calco-

alcalinas

Lacitas

Andelacitas

Adesitas

Basaltos

Geólogo Ricardo Timón